No creo en las segundas oportunidades, ni los principes azules. No creo en el primer amor, ni en las cosas que ocurren por casualidad, pero hay algo en lo que sí creo, en el amor...

Esa sensación que recorre mi cuerpo cada vez que le veo, cada vez que alguien susurra o menciona su nombre. Puede que sea casualidad que todos los días solo piense en el, o incluso puede que sea una casualidad que yo oiga su su nombre en cada rincon, en cada esquina...

Pero de una cosa estoy segura: aunque yo aún no este con el si alguna zorra se le acerca la caso por los pelos!